lunes, 23 de mayo de 2016

(Re)descubriendo a Ismael Serrano.



En el 2009 después de haberme relacionado con muchas amistades procedentes de Buenos Aires, conocí a Ismael Serrano mientras cantaba “Vértigo” en un iPod viejo y casi destruido. Me llamo la atención aquella voz singular, aquel nombre de este cantautor que nunca había escuchado en mi vida y que para mi sorpresa ya para el 2009 tenía 9 discos y era parte de una nueva generación de cantautores que heredaron de Serrat, Aute, Silvio y Sabina, aquella magia pura de la prosa poética convertida en canción, aquella canción comprometida como decía la “cantora” Mercedes Sosa.

Ismael Serrano era estudiante de física en la Universidad Complutense de Madrid mientras empezó a tocar en bares madrileños dándose a conocer, finalmente encontró en la música su camino y abandono sus estudios. 

Me transporte a 1997 para escuchar su primera producción discográfica, el cual es un grito de protesta, un grito de compromiso con su pensar, en “Atrapados en Azul” producción que conquisto un disco de platino en España y uno de oro en Argentina, tiene su himno, por el cual se lo conoce y se lo identifica “Papá cuéntame otra vez”, de donde rescato “Vértigo” y “La extraña pareja”, desde ya Ismael se identifica con un sonido muy particular, el cual le abrió puertas y lo ubico en un sitial entre los cantautores emergentes de los 90`s. 

La canción de autor sabemos es un instrumento que se encuentra íntimamente ligada a movimientos sociales, Ismael canta a ellos, los visibiliza, nos recuerda que existen y que no se pueden olvidar. “La memoria de los peces” (1998) contiene canciones como “A las madres de mayo” que centra su atención en las madres que perdieron a sus hijos durante la dictadura de Videla, “Vine del norte” que nos habla a breves rasgos de la dictadura en Chile.

“Los paraísos desiertos” (2000) y “La traición de Wendy” (2002), son la consolidación de Ismael como cantautor, combina el mensaje social junto con el canto al amor, canciones como “Has de saber”, “Ya ves” o “Eres”, son muestra afable de aquella retorica lirica que nos sensibiliza y roba un suspiro, Ismael no duda en combinar sus sonidos clásicos con el bossa, el jazz y el blues, convirtiendo estos dos discos en la exploración exquisita de nuevas sensaciones sonoras que gustaron entre sus asiduos oyentes y los nuevos.

Ismael graba un recopilatorio en directo “Principios de incertidumbre” (2003) en el cual nos entrega su interpretación desnuda, intercalada con diálogos y poesía. En el 2005 presenta “Naves ardiendo más allá de Orión”, disco con mucho sentimiento ya que lleva la canción “El virus del miedo” que se inspiró en los atentados terroristas del 2004 que sufriera. “El viaje de Rosseta” editado en el 2006, es un compilado de su trabajo por 10 años de vida artística, de donde resalta el título del disco que tiene que ver con la sonda espacial Rosetta, cuyo objetivo es llegar al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, tras diez años de viaje. El cual compara su trayectoria artística llena de esperanzas y sueños con el viaje de esta sonda espacial.

Serrano no deja de trabajar durante los años subsecuentes, en entregar todo de sí en álbumes como “Sueños de un hombre despierto” (2007) donde explora sonidos más latinoamericanos pudiendo destacar “Nana para un niño indígena” y “Zamba del emigrante” que la interpreta junto con Mercedes Sosa. El disco “Un lugar soñado” aparece en el 2008, como una performance en vivo grabada en el teatro Gran Rex de Buenos Aires, en el cual nos habla desde Peumayen, lugar donde se mezcla el sueño y la realidad, que en mapuche quiere decir “lugar soñado”. De este disco destacan los diálogos con el público y la versión de “Habitantes de alfa centauro encuentran la sonda voyager”.

En el 2009 Ismael incursiona en el cine con “El hombre que corría tras el viento” de Juan Pablo Martínez y nos brinda su actuación en la película que se basa en la historia que él escribió llamada “Dulce Carola”. La critica la describió como “una película para fans de Ismael Serrano” ya que si la historia y el performance de Serrano no convencieron a los críticos, la película suscito mucho interés y gusto a sus seguidores. 

“Acuérdate de vivir” del 2010 es un eclecticismo donde Ismael se muestra maduro y donde su poética se combina en letras más elaboradas como “Oxímoron” o “Podría ser”, Ismael presento el disco a través de un concierto virtual compartido en redes sociales. 

Durante el 2012 publica “Todo empieza y todo acaba en ti” disco que el mismo define como “un nuevo comienzo”, de donde se desprende el sencillo homónimo “Todo empieza y todo acaba en ti”; en el 2013 re-edita este disco con el nombre de “Todo empieza y todo acaba en ti (edición vespertina), donde versiona algunas de sus canciones con Serrat y Silvio Rodríguez; incluye también la versión de “Muchacha (ojos de papel)” de Luis Alberto Spinnetta.

Su último disco, “La llamada” editado en el 2014 es un disco que llamo a participar y compartir esperanzas; aquí nos regala una mirada más al sur en sus canciones “Pequeña bachata mediterránea” y “Candombe para olvidar”. Durante el 2015, Ismael edita “Ahora que la vida” su primer poemario, que nos trae la luz de los días y la belleza de lo cotidiano.

Recuerdo cuando a Ismael lo escuche en el 2011 en el teatro nacional de la casa de la cultura en Quito. Lo escuche desde a platea alta, mientras envidiaba a aquella gente que subió al escenario por invitación suya para que disfrute un concierto más íntimo, desde entonces he esperado con ansias que Serrano vuelva, que su música llena de poesía y la sensibilidad de su canto se conozca y situé a Ismael en el mismo puesto que ocupa en Argentina o Chile, donde ya tiene un lugar dentro de la canción de autor, donde llena conciertos y donde siempre se encuentra haciendo lo que mejor sabe hacer, cantar.

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