miércoles, 23 de abril de 2014

Feriado Bancario de 1999. Antecedentes de una crisis anunciada...





Un hecho que marca un antes y un después dentro de la economía y política ecuatoriana fue la crisis que se suscitó en 1999, producto de algunos factores tanto internos como externos que golpearon nuestra frágil economía desgastada ya por malas administraciones gubernamentales, sobre endeudamiento externo, disminución de la reserva monetaria, extraordinarios y masivos retiros de depósitos de las entidades bancaria y finalmente la inestabilidad desenfrenada del sistema de mercado cambiario. Esto desemboco inevitablemente en un congelamiento de los ahorros de los ecuatorianos y en un feriado bancario de 96 horas que se decretó el 8 de marzo de 1999.

La crisis financiera que sufrió el Ecuador en 1999 no fue el inmediato producto de malas decisiones económicas, financieras o políticas, tampoco tuvo un solo culpable. Para entender el  porqué de la crisis, debemos mirar atrás y observar todos los factores que incidieron en la debacle económica del país, debemos de destacar algunos como: la liberación del sistema financiero, los desastres naturales (Fenómeno de El Niño), los conflictos bélicos que tuvimos con el Perú, el nada favorable escenario económico internacional, la corrupción estatal, los desaciertos en el manejo de la política económica.

Nos referiremos especialmente a la liberación del sistema financiero, que empezó en el gobierno del Ing. Sixto Duran Ballén, gobierno en el cual se fraguo y estableció la “Ley general de instituciones financieras” en el año de 1994, ley que defendía aquella oligarquía plutócrata, que defendía los intereses de grupos de poder económicos y financieros (banqueros), que se enriquecieron a través de negocios que más allá de deshonestos fueron inmorales.

La ley general de instituciones financieras fue realizada en reuniones de políticos y banqueros corruptos y supuso algunos “logros” para nuestro frágil sistema económico, “logros” que finalmente fueron las principales debilidades y que comprometerían a un futuro inmediato y a corto plazo con la debacle del sistema financiero ecuatoriano.

El principal factor que indujo la crisis económica fue la concentración de créditos en empresas vinculantes, que no era sino la traslación de recursos de la sociedad del mismo banco hacia empresas específicas ligadas a los administradores o accionistas de las entidades, que en muchos casos se convertían en competidores de sus propios clientes. Claramente la Ley General de Bancos aprobada en 1994, fomento el autocontrol, la creación y transformación indiscriminada de IFIS, establecía cupos de crédito exagerados y eliminó la figura de la intervención por parte del organismo de control en entidades que presentaban dificultades, permitiendo que se desvíen grandes recursos económicos hacia todo tipo de actividades del grupo financiero, lo que constituyó uno de los principales motivos para su quiebra, que en primer término fue un problema de liquidez y luego de solvencia. 

Esto, junto a la baja capitalización bancaria, la escasa cobertura para cubrir créditos vencidos, la falta de transparencia bancaria, los rumores generalizados de crisis y el resultado negativo en cuanto a balances bancarios (en 1999 según la Superintendencia de Bancos 22 de los 39 bancos existentes registraron pérdidas por $348,5 millones de dólares); lograron que la crisis llegara a su clímax máximo.
El presidente de ese entonces Jamil Mahuad decreta el 8 de marzo de 1999 mediante la Superintendencia de Bancos, un feriado bancario por 96 horas, con la finalidad de detener la hiperinflación, suspendiendo todas las operaciones financieras y congelando los depósitos de más de 2 millones de sucres por un año. Esto conmociono a todo el país y genero inmediatamente una depreciación de la moneda nacional, en ese entonces el Sucre, y género una fuga de capitales hacia el exterior, lo que agravo de gran manera el problema de liquidez del sistema financiero. El desempleo aumento, la actividad económica cayo y finalmente el estado utilizo dinero público ($1600 millones de dólares) para salvar el sistema bancario privado y pagar a los depositantes de las instituciones financieras quebradas. 

El 9 de enero del 2000 el presidente Mahuad propone la dolarización a 25.000 mil sucres el dólar, siendo derrocado solamente 12 días después por el pueblo enardecido y cansado de tanta pobreza. 

La crisis económica que determino el feriado bancario del 99, no fue algo que sucedió de la noche a la mañana, tuvo que fraguarse desde 1994 cuando una ley amoral y deshonesta permitió la liberación del sistema financiero que poco a poco fue menoscabando la frágil economía ecuatoriana que junto a otros factores no menos vinculantes produjeron la debacle económica de la que fuimos parte todos los ecuatorianos. 

Se debe tener en claro todo lo que tuvimos que pasar nosotros, nuestros padres, nuestros abuelos, en un Ecuador convulsionado por los malos gobiernos y las malas decisiones para tener visión clara de a dónde vamos .Reza el dicho popular “Un pueblo que no conoce su historia está destinado a repetirla”, es tarea el mantener la memoria colectiva para que los atropellos cometidos por la clase política oligarca y plutócrata no vuelvan a ocurrir.


martes, 15 de abril de 2014

El periodismo en el Ecuador. Situación actual y amenazas.



La profesión periodística en el Ecuador se encuentra en un momento un tanto crítico, primeramente por la falta de profesionalización como tal de la carrera, se ha optado por tomar al periodismo como un oficio y no como la conjunción de una formación de carácter inter y trans disciplinaria. Después tenemos la constante confrontación del presidente Rafael Correa con los grandes medios y las empresas que realizan comunicación, en especial de aquellas estructuras mediáticas que pertenecen a grandes grupos empresariales. Esto ha afectado de gran manera el prestigio y la confianza de la gente en el periodista y en el periodismo en sí. 

El alto índice de hostilidad con que se está ejerciendo el periodismo en el país ya que la pugna de poder entre el presidente y los sectores comunicacionales pertenecientes a familias que manejan grupos de poder no solo económicos sino también políticos, han hecho que el trabajo del periodista se vea inmiscuido en un constante análisis y critica de tal manera que se ha polarizado la opinión en el país. O se está con el poder, o se está en contra del poder, lastimosamente llegar a los extremos de polarizar en buenos y malos periodistas de manera tan superficial ha venido echando a menos la profesión periodística en el país, ya que ahora el periodista se vuelve un simple asalariado y deja a un lado las opiniones y convicciones que solía utilizar para realizar su trabajo.