jueves, 11 de julio de 2013

Tejedor de Historias: Entrevista a Jorge Dávila Vasquez.



Hace un año tuve la suerte y dicha de conocer al escritor Jorge Dávila Vásquez, me regalo su tiempo, su conocimiento y algunos libros con su obra. Me ayudo a realizar un podcast que publique anteriormente en el blog que tenía. Me toco realizar una entrevista retrato por un deber de la universidad. Hoy pinto los detalles de esa ocasión en este pequeño texto que realice evocando con cariño ese dia.

Dr. Jorge Dávila Vázquez, Narrador, poeta, dramaturgo, catedrático universitario, crítico literario y de arte. Colabora con importantes revistas nacionales y extranjeras. El escritor, el polígrafo, la mente incansable para fabular historias, para proferir ideas, imágenes y palabras como el gran artista que es.



Jorge Dávila Vásquez nos recibe en el departamento en el que vive con su esposa en la ciudad de Cuenca, el rio suena en el fondo de su ventana del 4to piso de un conjunto ubicado a orillas del Tomebamba. Sus nietos recorren los pasillos, entre risas y juegos; al ingresar a la sala abrazan a su abuelo y salen corriendo nuevamente.

Cordialmente me ofrece un café y se sienta conmigo, el disfruta de una taza de té; “la presión no me deja tomar café” me dice. Yo sonrió y le pregunto sobre su vida, sobre su obra; le pregunto si me puede leer unos cuentos, acepta gustoso a todo.

Le pregunto sobre sus orígenes, ¿cuando empezó?; “mis remotos orígenes son poéticos empecé a escribir poesía tempranamente, en el colegio, gane algunos premios y publique algunas cosas en mi época colegial de lo cual no me siento muy orgulloso”.
En 1974 escribe su primer libro poema “La Nueva Canción de Eurídice y Orfeo”  Al preguntarle porque se ruboriza por su obra temprana, me dice que es una obra inmadura y joven; es por eso que aconseja que no se empeñen en publicar tempranamente, es mejor que las obras reposen y maduren, para poder dominar el lenguaje poético y no tener vergüenza de la obras que se publican. Como paso con su primer libro publicado, el cual ya citamos, el que a pesar de ser una obra joven, ha tenido una aceptación que se ha mantenido intacta.

Hacemos un ejercicio de memoria y rememora que tempranamente escribió y publico teatro, tiene una obra que le causa rubor y que casi nunca la menciona, lo más sólido de su obra empieza a partir de 1975 cuando hace dos libros de cuentos, en 1976 gana el premio “Aurelio Espinoza Polit” por su libro “María Joaquina en la vida y en la muerte”. Ha venido realizando desde entonces el cuento, la poesía, el teatro en menor manera. Nos habla de su obra tatral del año 90 “Espejo Roto” basado en la vida de Cesar Dávila Andrade, su tío y gran exponente de la poesía ecuatoriana. Obra que trascendió en las tablas de la escena ecuatoriana en sus tiempos.

Todo escritor tiene influencias, le digo. Me atrevo a preguntar cuáles son las de él. Al ser yo un gran aficionado por la poesía ecuatoriana, pregunto si no tiene referentes ecuatorianos, pero sus influencias poéticas no hacen referencia a escritores ecuatorianos, más bien expresa su gran admiración a la obra de Marcel Proust. Escritores franceses del siglo XIX en especial a Flaubert, en latinoamericanos Borgues en poesía y prosa, nos habla de autores que influyeron en el, como Manuel Mujica Lainez, Marco Denevi, Eduardo Gudiño que fue muy amigo de él. Cree que todos ellos en alguna manera han influido en lo que él ha producido. Finaliza diciéndome que “Las obras tienen muchas sombras y fantasmas que cruzan a  través de ellas, que son los fantasmas de las lecturas que hace el autor”.

La conversación y el café fluyen, le pido permiso para fumar un tabaco, me dice que en la terraza me puede acompañar. Salimos y mientras el rio hace música con el sonido del agua y de las piedras, me adentro más en su pensar y hablamos sobre la literatura ecuatoriana, sobre su actualidad. Me habla de su amigo Roy Sigüenza, en el caso de la poesía, dice que la obra ecuatoriana es una obra de citas, cree que rinden homenaje a muchos poetas y construyen una obra tremendamente sólida alrededor de ellos, la literatura de los escritores que tienen alrededor 35 años es una obra que se perfila como una obra importantísima en la literatura del país.

Pero nos dice que la generación literaria actual está más interesada en la poesía que en la narrativa, salvo el nombre de la gran Lucrecia Maldonado, pero esto no tiene por qué ser malo, textualmente y con emoción me dice “Es un reflorecimiento intenso de la lírica”.
Le hablo sobre su obra, sobre lo que he leído, le digo que la suya me parece una obra tan perfecta y me corrige, me dice que aún no ha alcanzado la perfección literaria, que nunca cree haber alcanzado y que se pasara la vida entera buscándola. 

La conversación se torna más íntima, le doy la estocada final mientras me ofrece un trago, mezclo el ron con mi café y todo se torna literario. Le hablo sobre el teatro y sus ojos brillan, sabía que tiene un amor especial por el teatro. Me mira y empieza a recordar, a sus 18 años hizo una obra llamada “Los Justos”, a partir de ahí organiza un grupo de teatro con sus amigos que finalmente termino evolucionando como la “Asociación de Teatro Experimental de Cuenca”, en la cual actuó, dirigió y escribió. Sigue amando el arte escénico. Es un amor de toda la vida, pero recién ha vuelvo a escribir obras para la escena que están todas inéditas. Las cuales dice que aún no le urge el publicar, por el apretado cronograma que tiene de ediciones y reediciones de sus obras, pero espera que alguien se interese por la obra teatral y se puedan publicar en algún momento.

Es hora de irme, han pasado 4 horas sin sentir, entre libros, café y tabaco, me agradece por la oportunidad, por poder compartir su obra conmigo. Le pido unas últimas palabras y me dice: “Nunca abandonen la lectura, un libro es la mejor compañía, el amigo que no traiciona jamás. El amor por la lectura salva y acompaña, está con nosotros hasta el último día.”

Y así me despido y me marcho con un par de libros suyos con dedicatoria entre mis brazos y la alegría de haber tocado por un momento la historia literaria del Ecuador.



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