Recientemente se ha aprobado
una nueva ley de comunicación, ley que ha sido promocionada como un paso
democrático en el avance de la libertad de expresión el en país, democratiza el
libre acceso a las tecnologías que hacen posible el ejercicio de este derecho.
Se ha realizado una ley para lograr una comunicación libre, intercultural,
incluyente, diversa y participativa, tal como lo establece la constitución de
la república. De igual manera se ha podido ya garantizar el derecho de toda
persona a la libertad de expresión. Comprendida como la libertad de buscar,
recibir, reproducir y difundir información o ideas de cualquier índole, sin
consideración de fronteras y por cualquier medio, sin censura previa y con
responsabilidad ulterior.
Esta nueva ley se concentra en
varios puntos críticos o de quiebre, como el derecho a la réplica, la
información verificada y plural, la distribución equitativa de frecuencias así
como la desconcentración de las mismas, promueve el acceso universal a las nuevas
tecnologías de información y comunicación, el control por parte de una
defensoría publica de comunicación, la distribución equitativa de la
publicidad, la reversión de frecuencias y por último la que nos atañe en este
reportaje, promover la producción plurinacional y local.
¿Pero a que se hace referencia
cuando decimos promover la producción plurinacional y local? Simple, lo que se
busca es promover la diversidad cultural y de identidades en los contenidos de
medios de comunicación, garantizando al menos, un 50% de producción propia en
radio y televisión abierta, que incluya informativos. De igual manera se debe
asegurar y preverse de espacios para la producción nacional independiente,
tomando en cuenta los diferentes idiomas del Ecuador. Además como mínimo, el
30% de la música emitida en medios de comunicación deberá ser de autores e
intérpretes nacionales. Siendo eesto es un gran logro para el
artista y la producción nacional.
Esta es una lucha constante la cual ha tratado de
reivindicar a la producción y al artista nacional, han habidos varios
antecedentes para que hoy por hoy esta ley sea una realidad. Hace un par de
años el entonces ministro de cultura Galo Mora, propuso legalizar la piratería
mediante un mecanismo de impuestos a los cd´s en blanco, materia prima para la
realización, distribución y venta de discos piratas en el país; este hecho que
disgusto a gran parte de los artistas locales los cuales rechazaron esta
pretensión. Se hicieron presentes muchos artistas en el edificio de esta cartera
de estado, haciendo que el ministro rectifique esta decisión y proponiendo
mesas de trabajo para que sean los mismos artistas los que propongan ideas para
salvar a la industria musical así como para fomentar la producción nacional y
mejorar la situación general de los artistas. Se dividieron en 7 mesas y
terminaron con 7 proyectos los cuales fueron entregados al congreso casi al año
de haber empezado. Existieron propuestas varias, desde la creación de un
consejo de la música que ayudaría a educar al artista, pasando por la creación
de una disquera estatal para eliminar la piratería ayudando a los vendedores de
discos piratas a no perder su fuente de ingreso, mediante la venta de discos
originales a bajos costos, y por supuesto, la ley del 1x1. Este último siendo
el único proyecto que ha sido viabilizado por el gobierno hasta ahora.
Es justo mencionar a su vez
que en la Ley de Defensa Profesional del Artista vigente (Registro Oficial No.
0171, 2005) se establece que “la televisión y la radio deberán promocionar la
música nacional frente a la extranjera, en las proporciones de un 10% en
televisión y un 30% en radio”. Hecho que como es de dominio público, nunca se
cumplió. En el mejor de los casos la música ecuatoriana se difunde en un 5% de
la programación habitual de las radios, salvo escasas excepciones de estaciones
temáticas de música popular o tradicional.
El cantautor Ricardo Pita nos
manifiesta sobre la ley “Creo que es una ley que beneficiará mucho a la música
nacional. Es una pena que haya tenido que llegar a ser necesaria, ya que la
calidad de la música ecuatoriana hoy en día es de muy alto nivel, tanto que
podría competir con producciones de cualquier parte del mundo. Pero
lamentablemente no se le está dando la difusión y relevancia que merece. Un ejemplo
muy claro del beneficio que puede traer esta ley al producto nacional está en
Argentina, que cuando estuvo en guerra por las Malvinas prohibió la música en
inglés, dando en resultado el mayor crecimiento de su producción nacional y
aceptación por parte del público de la misma.” Añade de igual manera al
preguntarle si la ley no es restrictiva o si atenta contra la libertad del
publico de escoger que escuchar y que no: “Creo que nadie está obligado a
mantenerse en una sola estación y tienen toda la libertad de elegir entre todas
las estaciones del dial. Como en las estanterías del supermercado puedes elegir
entre productos nacionales o extranjeros. Sería absurdo que los consumidores no
tengan la libertad de elegir productos nacionales, o que no estén a su
disposición. Esta ley más bien defiende la libertad del producto nacional de
tener disponibilidad.”
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Ricardo Pita. (Foto de Andres Mackliff) |
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Acotando a esto último, la ley
no es restrictiva ni limita la capacidad de decidir que se quiere
escuchar, cuando la proporción de la
producción nacional en la radio era de 6 a 1, o sea, le están “obligando” a
escoger entre 6 artistas extranjeros y uno ecuatoriano. No es necesario a aclarar
que las radios no estarán obligadas a poner a un artista por solo ser
ecuatoriano, será el público quien decidirá quién rota y quién no. De igual
manera muchos productores creen que hemos sido desde siempre libres de escuchar
lo que queremos. Pero las canciones de artistas internacionales nunca son
sometidas a un control de calidad. Simplemente las estaciones de radio
programan lo que las casas disqueras internacionales les envían, y ahí sí, es
una imposición.
De igual manera se ignora por
completo que un gran número de emisoras o de programas de radio piden dinero a
cambio de pautar las canciones en su programación. Secreto a voces dicen, y
cantante que no acepta simplemente no sale al aire, tal como lo denunció, hace
poco, el artista guayaquileño Naldo Campos: “En una emisora me pidieron un
televisor y una refrigeradora para promocionar mi nuevo CD. Como no acepté,
nunca pasaron mis canciones”.
Con respecto a esto hablamos con Paulo Chiliguano,
productor/presentador de “From the masses”, programa de es transmitido vía
online por RadioCocoa. Quien nos explicó
que la actual ley de comunicación no contempla los medios online y que el espacio para las producciones musicales ecuatorianas ha sido
limitado e incluso frenado en pro de difundir un producto prefabricado
internacional, que ha tenido éxito comercial en otros países, han sido un
jugoso negocio y obvio su objetivo ha sido vender, y que mejor que con un
producto ya probado en otros territorios.
Esto ha provocado durante
muchos años un desconocimiento cultural de lo que se hace en el país, a nivel
musical, ya que no han existido espacios dedicados a los diversos estilos de
música que se producen. Es cierto, que otros estilos, pasillo, bolero, heavy
metal, han tenido difusión pero por el sencillo hecho de haberse centrado sólo
en eso, los otros estilos quedaron rezagados. En espacios pequeños de AM y
contados con los dedos de FM.
En resumen Paulo Chiliguano de
Radio Cocoa nos comenta sobre esta ley: “En general, la ley busca una mayor
equidad en el contenido a difundir y los agentes de comunicación, que sea más
participativo. Ahí es donde está el punto a favor de estas producciones que
ahora tienen la posibilidad de darse a conocer en espacios (de tiempo) en donde
hay mayor audiencia. Está claramente probado que estos espacios
"estelares" son de mucho alcance para darse a conocer. Llegar al
público es el primer paso para que la música de un artista sea rentable. Es una
analogía a cuando vendes un producto en la radio o en la tele. Y mucho más
importante de la ley es que ahora los directores de los medios de Radio y TV
deben reconocer económicamente (a través de Sayce) estas producciones, lo que
antes ni por idea se les hubiera pasado. Más que condicionar el que se escuche
o no se escuche, esta ley da mayor responsabilidad a los productores, músicos y
agentes de los medios a ser mejor en su trabajo, más investigativos, más
profesionales.”
Según parece, el argumento
real para oponerse es que el artículo 108 dice, además, que los derechos de
autor deberán cobrarse y distribuirse de acuerdo a las leyes vigentes. Es decir
que, ahora sí, las estaciones de radio y televisión deberán pagar a los
compositores el uso de sus canciones, tal como sucede en la mayoría de países
civilizados del mundo.
La redistribución de las
frecuencias (comunitarias, públicas y privadas) significará, sin duda, un
cambio sustancial en los contenidos y habrá espacio para la música producida en
Ecuador, y permitirá abrir otras alternativas para escuchar otros géneros,
otros cantantes, y no solo lo que la gran industria nos impone. Pero, además,
permitirá la formación de un público más crítico y, por tanto, más exigente con
sus autores y compositores.
Los oyentes tenemos, al menos,
el derecho de escuchar otras voces, otros acentos, otras músicas. Esas
músicas que nunca se escuchan en las radios comerciales del país.
Aunque falta mucho por hacer
para contribuir realmente con nuestro desarrollo cultural, esto será un paso
firme hacia un cambio necesario y positivo.